Hoy voy a hablarte de un ejemplo local, pero
del que puedes extraer conclusiones allá donde estés. Escuchando un programa de
radio, de una emisora nacional, en su desconexión local evidencié como (¡por
fin!) hay alguien más que ve más allá de su ombligo.
Habitualmente escuchamos, en nuestro entorno,
como nos cuentan las bondades de lo que nos rodea. ¡A ver iluminad@s! Si yo
vivo en un paraíso natural, al menos que sea un inconsciente, lo disfruto todos
los días porque vivo en él. A mí no me tienen que vender nada, yo ya lo compré.
Bien, pues esta evidencia parece no estar tan arraigada como piensas y resulta
que existen auténticos expertos en ombligos, pero solo en el suyo propio.