Cuando tengo decidido el tema que debe originar
el texto de un nuevo artículo hago un pequeño ejercicio tratando de afinar o,
mejor dicho, refinar los argumentos que voy a utilizar. Lo hago de una manera muy
simple. Anoto aquellas ideas o experiencias que voy a manejar y, cuando acabo,
las cuestiono hasta que me quedo con las más adecuadas. Hoy el tema de partida era
claro. “Enseñadores” de negocios low cost.
Antes de continuar quiero hacer mención al
origen de la inspiración para el tema de hoy. Todo parte de un magnífico
artículo de Roberto Espinosa Blanco (http://www.es.linkedin.com/in/robertoespinosablanco/)
insertado en el blog de Sintentia (http://www.sintetia.com/la-burbuja-emprendedora-y-la-revolucion-de-lo-material/).
Siguiendo con la descripción de mi proceso, te
cuento el refino que he utilizado hoy. Seguramente debido a mi persistente
deformación profesional siempre me ha gustado el término low cost. El hecho de
conseguir ofrecer algo caracterizado por ser low cost es porque parte de un
adecuado Control de Gestión. Otra cosa es que se caracterice por ser low price,
que es lo que mucha gente confunde. Esto último dependerá del mercado, de la
política comercial, de las políticas de rentabilidad, etc. Cuando cuestioné mis
primeras ideas para el artículo decidí, entonces, que lo de low cost lo iba a
cambiar por low price. Insisto, que una compañía disponga de productos o
servicios low cost denota un adecuado Control de Gestión, competitividad y
productividad sin que por ello deba ser un estigma (al menos de entrada).
Las ideas que tenía asociadas a los “enseñadores”
de negocios (en la acepción más peyorativa que se te pueda ocurrir) para
redactar este artículo no contenían muchas palabras. Había muchos dibujos y
garabatos ilustrativos. Una bandera pirata, un señor de cuya chistera saca un
conejito, un vendedor ambulante de elixir para el pelo o para el mal de amores
(cual doctor Dulcamara en L'elisir d'amore, la ópera de Gaetano Donizetti).
Cuando me dispuse a cuestionarme las ideas para refinarlas, aparecieron nuevos “actores”
a escena. Uno de ellos era el flautista de Hamelín. Es un ejemplo claro de
servicio low cost que el cliente quiere que sea low price. Las consecuencias,
un servicio que pasó a ser high price para el cliente. Pero esto es para otro
artículo así que descarté el nuevo actor porque me inducía a realizar un
análisis que hoy no toca.
Otro actor que se me vino a la cabeza fue un
señor bajito, regordete, con un cabezón grande y verde. O sea, algo así como
una uva grande con patas. Entonces me inspiré para la primera andanada de hoy.
El primer tirón de orejas es para esos que, entusiasmados con su idea de
emprendimiento, quieren ser CEO, SEO, CFO, etc. gratis total y en dos tardes
pero que acaban siendo un UFO. Tú que me estás leyendo sin saber que es eso de
UFO y quieres serlo, porque ya eres todo lo anterior, pues nada ahí te va: Unidentified
flying object. Por tanto, es lógico inferir que los “enseñadores” de negocios
son naves nodriza de UFO’s en lugar de auténticas escuelas de negocios para
emprendedores. El segundo tirón.
Y ¿Quiénes son esos “enseñadores” de negocios?
Fácil, los tienes cerca seguro. Todos esos centros para emprendedores, públicos
y privados, que ofrecen UFO’s en dos tardes y gratis o cuasi gratis total.
Sobre los privados, no digo nada. Cada uno se estrella en su negocio como
quiere y serán sus clientes quienes les enjuicien. Sobre los públicos, como
algo de mis impuestos sirve para pagarles, me permito decir que dejen de ser la
secta que proclama el advenimiento del triunfo “ufológico” o de ejercer de
curanderos y sanadores de postín. Claro que además de ser “enseñadores” de
negocios se convierten en very very high cost y por tanto pagamos por ellos un
precio very very high price. Pero esto, como dije antes, lo dejo para otro día
si me apetece porque estos “enseñadores” me cansan mucho.
Por todo ello, si eres emprendedor o quieres
llegar a serlo, mejora (entre otras cosas) tu formación. ¿Dónde? Si de verdad
tienes mimbres para esto, entonces tienes sentido común. Aplícalo y sabrás
dónde. ¿Cuánto pagar? Si de verdad tienes mimbres para esto, entonces tienes
sentido común. Aplícalo y sabrás si lo que te piden es razonable.
Por cierto. Si de verdad
tienes mimbres para esto, entonces tienes sentido común. Aplícalo y sabrás si vas
a poder pagarlo. Las cosas hay que hacerlas bien desde el principioPuedes seguir leyendo: http://triple-laccion.blogspot.com.es/2013/01/ufo-es-la-nueva-tendencia-parte-ii-de.html
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